Pizzolante View sobre el escándalo de Balenciaga
La casa de moda Balenciaga ha sido muy criticada últimamente por dos situaciones sensibles que han impactado su reputación de manera importante: la primera, las fotos de una campaña publicitaria que muestran a modelos infantiles posando con ositos de peluche con temática fetichista, y la segunda, incluye una campaña en colaboración con Adidas que descubre aún más detalles preocupantes.
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Luego de las múltiples críticas, la marca se vio obligada a bajar la campaña con los modelos infantiles y excusarse pedir perdón por el incidente. Aunque las imágenes iniciales podrían haber sido descartadas como un torpe error de la casa de moda, el público descubrió otro desliz preocupante; en un comercial de la campaña Balenciaga x Adidas, una de las imágenes mostraba un bolso encima de algunos documentos que resultaron ser un fallo de la Corte Suprema de EE UU relacionado con imágenes indecentes de niños.
Balenciaga es mundialmente reconocida como una marca disruptiva y trasgresora, porque es parte de su estrategia e identidad mostrase como irreverentes, sin embargo, las situaciones en las que se vieron involucrados superaron el límite de la opinión pública, y detonaron una gran crisis reputacional.
Esa trasgrecionalidad que identifica a la marca, y que se han dado la tarea de reforzar en cada una de sus acciones, le juega en contra en este momento en que necesita apelar por su reputación y comunicar que está arrepentida por crear un contenido demasiado disruptivo.
Incontables veces han sido criticados por glamourizar la pobreza al vender artículos con aspecto dañado a precios exorbitantes, e incluso por vincularse con figuras como Kanye West, quien ha sido muy vocal sobre sus opiniones controversiales, racistas, antisemitistas, y misóginas.
Ahora, parece ser que esta es la gota que derramó el vaso; las críticas abundan en medios de comunicación y redes sociales, y muchos influencers comienzan a cuestionar su vinculación con la casa de moda, por no querer verse relacionado con un tema tan sensible.
Ya Balenciaga ha tomado acciones para manejar la crisis, que incluyen una declaración oficial, la bajada de la campaña de redes sociales, y acciones legales en contra de la casa productora, que utilizó los documentos sensibles para el comercial. Balenciaga alega que no tenían conocimiento de que ese era el “prop” que se estaba usando en la escenografía del comercial de Balenciaga x Adidas, mientras que la casa productora asegura que todo fue aprobado para el rodaje.
Más allá de tildar de negligencia o trasgrecionalidad el usar el documento y las fotos sensibles en sus campañas, el principal problema para Balenciaga es que no tiene un “ahorro reputacional” para que la opinión pública le del beneficio de la duda.
El “ahorro reputacional” se refiere al aval positivo que tiene una empresa, institución, o marca a su favor, derivado de un accionar coherente y responsable que permite alimentar la matriz de opinión en caso de una crisis reputacional.
Al ser Balenciaga una marca que se ha dedicado a comunicar lo disruptiva que es y cómo pasa por encima de cualquier estándar social, su capacidad de alegar que lo que sucedió fue un error es muy precaria Si la casa de moda quiere comenzar a construir una reputación que le permita manejar de mejor manera futuras crisis comunicacionales, es importante que comience a actuar de manera responsable, dentro de los parámetros que internamente establezcan, los cuales deberían permitirles mantener su identidad atrevida, pero resguardándose de nuevos riesgos reputacionales.